viernes, 11 de abril de 2014

Picasso en el taller


Pablo Picasso, El pintor y la modelo, Mougins, 3-8 de abril de 1963, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, Madrid.

La Fundación Mapfre reúne en la sala Recoletos ochenta pinturas, cerca de setenta dibujos y grabados, cerámicas y fotografías en torno al taller de Picasso como nexo de unión entre su arte y su vida, un espacio intimo y revelador de la mentalidad de uno de los grandes genios de la pintura contemporánea. 


Para la realización de la muestra se ha contado con la colaboración de colecciones particulares, así como importantes colecciones procedentes de instituciones nacionales e internacionales como: Philadelphia Museum of Art; Cleveland Museum of art; Indiana University Art Museum; Phillips Collection, Washington; Centre Pompidou, París; Tate, Londres; Israel Museum, Jerusalén; Bridgestone Museum of Art, Tokio; National Museum of Modern Art, Kioto; State Pushkin Museum of Fine Arts, Moscú; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, Madrid y Museu Picasso, Barcelona.

Picasso tuvo muy diversos talleres a lo largo de su vida. Destacan los ubicados en Le Bateau-Lavoir, el Boulevard de Clichy, el Boulevard Raspail, la Rue la Boétie, Boisgeloup, la Rue des Grands-Agustins, Vallauris, La Californie, Vauvenargues y Notre-Dame-de-Vie. Todos estos "paisajes interiores", como Picasso denominaba a estas obras de sus talleres. Obras que funcionan como una autobiografía o cuaderno de bitácora de la vida del pintor, descubriendo sus gustos y preferencias, filias y fobias donde la mirada interior se antepone a la exterior.


Pablo Picasso, El taller Boisgeloup, 1934.  Indiana University Art Museum, Bloomingron. Donación de Dr. y Mrs. Henry R. Hope.

Uno de los elementos fundamentales será la relación casi obsesiva entre el pintor y sus modelos. Durante los años 20 y 30 Picasso aborda la figura humana, en particular la mujer, desde la nueva atmósfera española y europea, experimentando con un estilo propio que se expande desde las formas clásicas hasta las cubistas pasando por los aspectos que le interesaban del surrealismo.

En la exposición podemos ver magníficos trabajos de sus conocidas Suite Verve y la Suite Vollard. La colección de la Fundación Mapfre posee una cuidada selección de aguafuertes de picasso de su última etapa. De tal modo podemos comprobar como Picasso a evolucionado de unas obras de juventud donde se representa como un joven barbudo que se ríe y disfruta, hacia creaciones de madurez en las que reflexiona sobre la sexualidad desde una perspectiva má intimista y polémica.


Pablo Picasso, Naturaleza muerta con paleta, vela y cabeza de Minotauro, 4 de noviembre de 1938. The National Museum of Modern Art, Kioto, Japón.

El estallido de la Guerra Civil española afecta profundamente a Picasso. Al recibir el encargo del Gobierno de la República para la realización de un gran lienzo para el pabellón español de la Exposición de París de 1937, se encierra en su taller  para concebir una de las obras más desgarradoras jamás pintadas sobre un conflicto armado: el Guernica.

En este período recupera elementos propios de las vanitas de maestros como Zurbarán o Sánchez Cotán. El mismo proceso creativo que experimentó durante la Primera Guerra Mundial reaparece en naturalezas muertas plagadas de cráneos, velas, o cabezas de Minotauro. 


Pablo Picasso, Las Meninas (conjunto), Cannes, 3 de  octubre de 1957, Museu Picasso, Barcelona. Donación Pablo Picasso 1968.

En los años 50, Picasso redescubre el Mediterráneo y decide adquirir el taller más famoso de todos: La Californie. Es un momento en que realiza sus famosas series sobre las mujeres de Argel inspirado por la famosa obra de su admirado Delacroix, o las series de Las Meninas de Velázquez (realiza hasta 45 versiones de esta misma obra en menos de seis meses). Picasso busca la tranquilidad para volcarse en su arte. Es posible que en su paráfrasis de la obra velazqueña Picasso realizara un homenaje al artista que tanto admiraba durante sus años de juventud en Madrid y a quien consideraba "el verdadero pintor de la realidad".

Picasso no había realizado tantos aguafuertes como en la última etapa de su vida. El asunto central de estas obras es la sexualidad. La figura femenina, como no podía ser de otra manera, sigue siendo el centro alrededor del que girarán muchas de sus creaciones aunque ya no se trata de la joven coqueta, y el pintor no es el mismo joven barbudo y risueño. El tiempo ha hecho su trabajo y la mirada se ha convertido en testimonio de su paso. Una mirada que se atreve a penetrar en una zona tabú y que causó gran irritación en cierto espectro del público que consideraba estas piezas como pornografía. De nuevo Picasso, esta vez en su última etapa creativa, sigue revelándose en contra de la normas morales burguesas mediante su protesta individualista y su revolución espiritual. 



Pablo Picasso. Escultor, modelo y busto esculpido, 17 de marzo de 1933. Suite Vollard. Colecciones Fundación Mapfre, Madrid.

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